jueves, 4 de octubre de 2007


Y vivieron Felices Por Siempre…


Frase tan común ya, en los maravillosos cuentos de hadas, ahhh como olvidar esa frase al final de la película de Cenicienta…


Y pues cómo no! La Cenicienta no solo se había pescado a un hombre guapo, si no rico e influyente, viviría en un palacio, obviamente ya no se preocuparía por hacer el aseo, lavar y cocinar, al parecer en la caricatura ella no tenía suegra pero sí un suegro que la quería y era el manda mas de todo el reino, y para que nos guste más, tenía un pie chiquito, ahh y no olvidemos a su hada madrina que le solucionaría los problemas del corazón y quien quite la adelgazara sin necesidad de la lipoescultura después de dar a luz los herederos.. Qué le podía salir mal en su futuro??? Al parecer NADA.


Lo chistoso es, que uno crece creyendo que esa frase es realidad, que uno se casa y ya! Viven felices por siempre.


Y aunque muchas ya van consientes que el matrimonio no es todo miel sobre hojuelas, todavía produce impacto darse cuenta que esa frase dista mucho de la realidad.


Parece que por regla, después de la Luna de Miel vienen los problemas normales y comunes del nuevo estado civil, y es que hay que entenderlo, por mucho que haya uno convivido en el noviazgo no es lo mismo ver a tu pareja los 365 días del año, ahora sí que, en la buenas y en las malas, en las coloradas y descoloridas, en las peinadas y despeinadas.


Te topas con que las 3 horas del día que sobran del trabajo no son para estar acaramelada con tu señor esposo, no!, si no para tratar de entender por qué deja su ropa tirada en el cuarto, por qué se ensucian tantos trastes y por qué aunque ahora hay 2 sueldos vives peor que en tu época de estudiante.


Para acabarla de amolar, subes de peso, y muy tranquilamente el Dr o el nutriólogo te dicen que es por que “ ahora de casada tu metabolismo está cambiando”, las pastillas anticonceptivas influyen, es normal” ó “cuando te casas chula, el cuerpo cambia, es la ley de la vida”


La frase que revoloteaba por tu cabeza empieza a desvanecerse. Ya no te ves como la cenicineta si no como una más de la lista de señoras casadas comunes y corrientes.


Aún así, con sus pros y contras, con su realidad muy distante a la que divulga Walt Disney, si los 2 ponen de su parte, el matrimonio es algo de que enorgullecerse y que vale la pena luchar por él cada día.


Tal vez, la frase “Vivieron felices para siempre” no sea tan real, pero al menos, en lo personal sería feliz con que mis hijos o nietos les contaran a sus hijos que sus padre o abuelos “Vivieron Felices” tal vez no siempre, pero “Felices”.

3 comentarios:

LadoGe dijo...

Hola Yendi, me gustó tu post, es cierto que en el matrimonio pocas veces podremos encontrar historias de princesas, pero una realidad es que para estar feliz dentro del matrimonio tambien debes serlo por fuera, y unir fuerzas una vez dentro para que se acrecenten los momentos felices, en mi caso y practicando esa teoría me ha sido mas fácil llevarlo y sobre todo me encuentro totalmente feliz de haberme casado :-)

Saluditos

Zereth dijo...

:D

Será que yo me creí el cuento de el patito feo, que solo otro cisne reconocería mi belleza?

jaja ya en serio, la cuestión no es ceder, ni entender, sino aceptar y negociar lo que la otra persona es y lo que haran juntos.

Cl@udette dijo...

=o) Bastante bueno tu post, en efecto el matrimonio no es como todos los cuentos que durante nuestra infancia nos fue walt disney presentando, pero en mi particular punto creo que es mejor....vas compartiendo con alguien el crecimiento como persona, como pareja y como ser humano....siempre trato que todo lo negativo que se va presentando sea un aprendizaje que pueda canaliazar a un "Final Feliz"

Saludos