lunes, 7 de enero de 2008

Nueva vida...



Un mes como hoy, pero del día primero, hace 3 años llegué a vivir a la ciudad de Monterrey.

Fue un viaje de 12 horas, veníamos de Mazatlán Sinaloa y a las 7 am salimos con todas nuestras chivas, emprendimos el viaje mi hermano (que ya vivía en Mty), mi mamá, mi novio y mi perrito.

Nadie sabía lo que el futuro nos traería y cada quien, en lo mas hondo de su corazón pensaba en lo que teníamos que dejar. Ninguno dijo nada, pero eso no significaba que la tristeza no nos embargara.

A pesar de los problemas que tuvimos en casa, yo le dejé a mi papá una flor hecha por mi con un post en el que le decía que lo quería mucho y sobre la tele unas pasitas de chocolate, lo único que me lleve en la mano fueron 3 rosas que él esa mañana me regaló.

Mi novio, había llegado solo a la casa, días después supe que nadie de su familia lo despidió, solo su hermano menor.

La situación de mi mamá era diferente, para ella el cambio significaba una huida a los problemas, un adiós a las tristezas vividas, una nueva vida y estar otra vez con la familia unida.

Para mi hermano, me imagino existía la preocupación de dejar de vivir solo para ahora compartir todo con 2 de su familia y como el decía "el agregado cultural", o sea se, mi novio.

Fue un viaje largo, pero para nada cansado, llevamos 2 cds de mp3 de la academia jajaja, así que por momentos cantábamos, en otros jugábamos a decir nombres con una letra en particular y el resto del tiempo comíamos, curioso, pero nadie se durmió.

Llegamos a Monterrey a las 7 pm, ya estaba obscuro, así que no pudimos apreciar mucho la ciudad. Llegamos a la casa de mi hermano y oh! sorpresa, estaban las puertas abiertas, las luces prendidas y todo muy sospechoso, sí, lo habían robado, que digo robado, saqueado.

Con caras de tristeza entramos los 5 a lo que sería nuestro nuevo hogar, de lo que se perdió ni hablar. Solo recuerdo que esa noche dormimos todos en el mismo cuarto, mi mamá y yo en la cama, mi hermano, mi novio y el Baru (mi perro) en un colchón inflable. Compartimos pijamas, ropa térmica y sobre todo ilusiones... :-) No se los demás, pero yo recuerdo el inicio de nuestra vida en Monterrey con mucha felicidad, ya que fue el primer día de 2 maravillosos años de vivir juntos y revueltos. :)